Edita: Parroquia Santiago de la Espada.
Quintanar de la Orden.
Todos los derechos reservados.
El templo parroquial Santiago de la Espada es depositario de la vivencia de la fe que a lo largo de la historia los quintanareños han profesado. El principal patrimonio es el derramamiento de la gracia que acontece en la celebración de los sacramentos, la oración y el encuentro con el Señor. Su más preciado tesoro es la presencia de Cristo vivo y resucitado en la Eucaristía oculto en el Sagrario.
FÁBRICA DE LA IGLESIA
Conocemos muchos detalles de la fábrica de la iglesia parroquial gracias a los Libros de Visitas de la Orden de Santiago. La obra fue costosa en años y dinero.
En 1498 los visitadores de la Orden describen una iglesia vieja, de pobres materiales y con problemas estructurales. Será en ese mismo lugar donde se comience la construcción de nuestro actual templo parroquial.
En la Visita de 1525 el Libro correspondiente relata las obras de construcción del templo actual describiendo las tres naves que la forman, los arcos que se iban haciendo y cómo necesitaron ciertas reparaciones que encargaron al maestro cantero D. Pedro, vecino de La Mota.
En 1537 contratan a D. Francisco de Luna, maestro de obras del Monasterio de Uclés, para realizar el diseño y trazado de la torre y son los maestros canteros vascos, Pedro de Arausia y Juan de Verdolaza, los encargados de levantarla y ejecutar el proyecto.
En 1575 podemos dar por terminada la obra. Los regidores del momento, Andrés de Migolla y Pablo Mota, hablan de ella con orgullo diciendo que “la torre es tan grande de alta y gruesa que en España no hay seis mayores que ella”.
Tras casi cinco siglos siendo baluarte e insignia de Quintanar, no podemos olvidar que ha sufrido reparaciones, modificaciones o transformaciones posteriores a la fábrica del templo a causa del paso del tiempo, los terremotos y las guerras, entre otras posibles.
ESTILO ARQUITECTÓNICO
Las diversas transformaciones que ha sufrido nuestra parroquia han hecho de ella una mezcla de estilos que le dan su forma y carácter actual. Su estilo principal es gótico tardío propio de la arquitectura santiaguista muy presente en la región de la Mancha. No obstante, la presencia de elementos platerescos, renacentistas, etc. nos hablan de las adaptaciones del templo a las corrientes imperantes de cada época.
Para la explicación del estilo y las características del templo actual, tomamos la magnífica descripción que hizo Don Luis Moreno Nieto (1917-2005), Cronista Oficial de la Provincia de Toledo:
«La Iglesia Parroquial actual es un edificio de tres naves, ancha y más alta la central, y harto estrechas las laterales. Estas tienen tres tramos y tres la principal, sirviendo el primero de presbiterio.
Las bóvedas son de crucería, con entrelazos de última época. Los soportes, columnas fasciculadas de robusto fuste central cilíndrico, y junto a los muros ménsulas. Los arcos formeros son apuntados.
Del mismo gusto arquitectónico e igual época son una capilla agregada a la derecha y sin título especial, y el ingreso meridional, formado por arcos apuntados en gradación a que resguarda un pórtico sin carácter. Arquitectura. Arte ojival. Principios del siglo XVI.
En la misma iglesia parroquial: Torre de campanas. Es una alta, ancha y robusta fábrica de planta cuadrada, de sillería y mampostería, distribuida en cuatro cuerpos. En los inferiores hay algunas ventanas, ora de medio punto y góticos perfiles, ora con frontón greca-romano, y en el cuerpo superior abrense grandes arcos de medio punto con destino a las campanas.
La torre va provista de salientes y lisas gárgolas. Lo más curioso y digno de mención es el coronamiento; una balaustrada o baranda con su antepecho y sobre éste, corriendo los cuatro lados, una serie de frontones triangulares y flamerillos de pintoresco efecto, que desaparecieron. Arquitectura. Renaciente. Arte greco-romano, con detalles góticos y platerescos. Siglo XVI».
RETABLO
En el presbiterio encontramos el magnífico retablo traído en 1992 del ruinoso Hospital “Mater Dei” de Tordesillas. Así se pudo dotar al templo de Quintanar de la Orden de un digno retablo pues el anterior fue destruido en la Guerra Civil. De esta manera quedará preservado del peligro de deterioro que estaba sufriendo y se contribuye a la conservación del patrimonio nacional.
(La fundación del Hospital Mater Dei se creó en 1467 por la Infanta Dña. Beatriz y se encomendó a D. Ruy Vázquez de Cepeda. La fundación funcionó durante siglos. En la actualidad el edificio pertenece a una familia particular.)
El retablo se compone de madera en pan de oro y lienzos de estilo rococó del gusto de la Corte (s. XVIII). La traza se supedita al lienzo, que es una monumental pintura de la Anunciación, responde así a la advocación de su capilla originaria en Tordesillas: “Mater Dei”. La pintura encaja en un suntuoso marco de forma mixtilínea. En la coronación hay una pintura de Cristo en el sepulcro, llorado por ángeles. En dos hornacinas ornamentadas a cada lado del lienzo principal encontramos las imágenes de los santos Cosme y Damián, patronos de los médicos. Del mismo conjunto artístico, aunque separado, encontramos dos doseletes también ornamentados, uno a cada lado, con las imágenes de San Sebastián, protector en las epidemias, y del apóstol S. Judas Tadeo, patrón de las causas difíciles. Por tanto, toda su imaginería está relacionada con motivos propios de la salud y la medicina. En la parte inferior, en el lugar del expositor sobre el sagrario, encontramos la imagen de Santiago ecuestre que no pertenece a este conjunto artístico. Corona todo el conjunto las tallas de unos querubines y angelitos y de unas potencias doradas. Los remates laterales están realizados con piñas y jarrones; el remate central con un frontón abierto.
PÓRTICOS Y ATRIOS
El pórtico más antiguo es el del atrio del Mediodía o del Sol de la misma época que la fábrica del templo (s. XVI). Tras un primer paso con arco de medio punto y cerrado por una enorme verja, nos adentramos en el porche donde se encuentra el pórtico gótico de estilo plateresco. Tiene un arco apuntado con cinco lisas arquivoltas para lograr su abocinamiento. En las columnillas destacan dos peanas ahora vacías donde pudieron existir dos imágenes, quizás de los santos apóstoles Pedro y Pablo invitando a adentrarse en el templo con sacra y devota reverencia, pues sobre la puerta podemos leer la siguiente leyenda: CASA DE DIOS Y PUERTA DEL CIELO. En el tímpano del arco encontramos una hornacina vacía que pudo albergar la imagen de la Santísima Virgen, o quizás mejor la del santo titular Santiago, pues en las enjutas del pórtico encontramos dos medallones con la cruz de la Orden. Remata todo el borde del pórtico una hilera de conchas esculpidas, símbolo también santiaguista y tímido elemento renacentista en un pórtico eminentemente plateresco.
Tras un alto arco de medio punto que delimita el soportal de la entrada encontramos el pórtico del atrio del Consuelo donde estuviese el pretérito cementerio adyacente a la iglesia. El pórtico es de estilo herreriano (s.XVII) con ciertos aires de similitud a lo que proyectó en el monasterio de Uclés el maestro Francisco de Mora. Podemos encontrar dos pilastras de estilo dórico sobre dos pedestales clásicos donde encuadramos el arco de medio punto que nos da paso al interior del templo. En las enjutas, la piedra esculpida realiza unas formas cuadrangulares dando una proporción aurea a todo el conjunto. En línea con las columnas encontramos unos remates esféricos. En una segunda altura encontramos un cuadro liso enmarcado por dos columnillas adosadas a la pared y un vasto dintel. Hoy día, al estar al mismo nivel de la calle, esta es la puerta principal del templo.
CAPILLAS
Hoy en día nuestra Parroquia existen siete capillas, de ellas, cinco están ubicadas en las naves laterales y dos en el sotocoro.
A la hora de describir los elementos del interior del templo debemos caer en la cuenta que con motivo de la Guerra Civil Española, la iglesia fue utilizada como cárcel después de haber sido saqueada y profanada destruyendo todos los elementos sagrados y de devoción. Por ello, tanto los altares como las imágenes carecen de valor artístico y su datación es posterior a la contienda, exceptuando el retablo mayor traído desde Tordesillas y un crucifijo que se salvó por estar en el cementerio ahora sito en la capilla del Santísimo.
Las tres capillas de la cara norte son de una construcción sencilla siendo la más antigua la más cercana al presbiterio y la más actual la más alejada. Destacamos en ellas el cuadro de ánimas de la primera capilla, un escudo de armas sobre la segunda capilla y el arco de la tercera capilla que fue una antigua entrada al templo desde el exterior. En la primera capilla encontramos imágenes de la Virgen del Carmen, San Antonio de Padua, Misterio de Navidad y el cuadro de ánimas. En la segunda, imágenes de Jesús de Medinaceli en su retablo, Santo entierro, Virgen del Pilar y Verónica. En la tercera capilla, La Inmaculada Concepción en su retablo, con la Virgen de Fátima y S. Pascual Bailón, Sta. Rita de Casia y Sta. Gema Galgani.
En la cara sur encontramos otras dos capillas:
La primera de ellas es la del Santísimo en la que encontramos el sagrario sobre un soporte voladizo y enmarcado en un arco de medio punto de estilo herreriano coronado por un frontón clásico. Es destacable contemplar el crucifijo colgado en la pared, pues es la única talla anterior a la guerra civil. También es conocida como capilla de los Cepeda por los escudos y enterramientos que en ella hay de esta familia. Cabe destacar que fue realizada, junto con la sacristía, por Juan de Verdolaza y acabada en 1637. En el enterramiento principal de la capilla y el único que hoy está a la vista hay una lápida con una inscripción de D. Juan de Cepeda relacionándolo con el obispo de Segovia, Juan de Tordesillas, fortuita coincidencia con respecto al retablo mayor traído desde la antigua fundación de la familia Vázquez de Cepeda del Hospital Mater Dei de Tordesillas de quienes podemos imaginar una posible relación dinástica. En esta capilla encontramos junto a lo ya descrito las imágenes del Resucitado y del patriarca S. José y una rejería moderna.
La segunda capilla es la de mayor superficie del Templo. La techumbre, del mismo estilo que las naves de la iglesia, es de bóveda de crucería arrancando los nervios desde cuatro ménsulas situadas en los vértices. Destacan los dos templetes de estilo herreriano con arco de medio punto y acabados con un frontón clásico y también destaca el medallón con el emblema de la Orden de Santiago en la parte superior de los arcos de entrada. En esta capilla fueron enterrados los restos de los caídos en la Guerra Civil como testimonian las lápidas funerarias. En esta capilla encontramos las imágenes del Ángel de la guarda, el Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María, de Jesús Nazareno, la Verónica y la Virgen de las Siete Palabras y un retablo de 1943 dedicado a Sta. Flora con las imágenes de la misma, San Pedro y un bajorrelieve de la Virgen del Perpetuo Socorro.
Las dos capillas de la cara Este se encuentran bajo el coro. Destacamos en la mayor la Pila Bautismal de piedra arenisca. Es de estilo Gótico, la copa semiesférica decorada con gallones se apoya en un fuste cilíndrico en forma de jarra que descansa sobre un pedestal cuadrado. Destacamos en esta capilla el artesonado de madera que sustenta el coro y el conjunto de dos pilastras gemelas que dan carácter a la entrada de la capilla. En la capilla lateral destacamos la cúpula de media naranja decorada en sus cuarterones con motivos de la Pasión del Señor. En la capilla mayor encontramos imágenes de la Virgen de las Angustias, la Soledad y la Dolorosa. En la capilla lateral encontramos imágenes de los pasos de la Oración en el Huerto y las Siete Palabras.
CAMPANARIO Y RELOJ
El campanario de la torre se compone de ocho grandes ventanales, dos de los cuales contienen las esferas del reloj y seis de ellos quedan vanos con dos campanas para el servicio religioso. En cuanto a las campanas, la del lado Norte es de bronce y en ella se lee esta leyenda: “Sagrado Corazón de Jesús en vos confío. Donada por María de Miguel. Año 1941”; la del Mediodía es de hierro y su leyenda dice: “Santa María ruega por nosotros. Año 1960.” No sabemos cuántas campanas pudieron resonar en el campanario ya que quedó vacío con la guerra civil.
En la cubierta de la torre encontramos tres campanillos para señalar las horas marcadas por el reloj. Estos están colocados sobre una especie de pequeña espadaña de hierro en el esquinazo de la cara noroeste de la torre. El campanillo colocado en la parte inferior es de factura romana y es el más antiguo. De su borrosa inscripción solo podemos apreciar la palabra “DEO” y el año de fundición: “MDLXI” (1561). El segundo tiene como inscripción “Joseph Maria, MDCCXXXVI” (1736). El tercer campanillo: “Joseph, año 1798”.
El reloj de la torre con toda su maquinaria fue construido por el holandés Juan Enríquez de Nimega entre 1561 y 1562. Con el paso de los años necesitó de varias reparaciones. En la actualidad, la antigua maquinaria está en desuso.
Para acceder al campanario subimos desde el coro por una escalera de caracol incrustada en la pared sur, toda ella de sillería. Como detalle remata la escalera en el exterior un burdo mascarón que podría representar al maestro cantero Juan de Verdolaza.
SACRISTÍA
Junto a la capilla del Santísimo encontramos la sacristía. La utilidad de la sacristía es contener principalmente los ornamentos necesarios para las celebraciones litúrgicas, especialmente vestiduras y vasos sagrados junto a otros utensilios de orfebrería.
En cuanto a obras de orfebrería señalaremos la custodia del día del Corpus Cristi: pieza del siglo XVIII que pudo recuperarse tras la Guerra Civil. La custodia de mano se compone de dos soles radiados. El sol interior o viril donde se coloca la sagrada Hostia presenta en todo su perímetro rayos serpenteantes y cabecitas de ángeles tan propias del s. XVIII. Se enmarca dentro de un espacio lobulado en el sol exterior que va alternando rayos serpenteantes con rayos rectos acabados en estrellas. Todo el conjunto es coronado por una cruz latina.
La sacristía está amueblada con armarios, cajoneras y vitrinas de estilo castellanos sin valor artístico. Decoran las paredes dos lienzos de la Inmaculada y de S. Fernando y varios cuadros. Contiene una colección de jarrones de cerámica de Talavera. Destaca e su interior la labrada mesa castellana y sillón señorial.